Los Enemigos de Ayer y Hoy
Como hemos visto los enemigos de Güemes Hoy como Ayer fueron funestos y encarnizados opositores a sus accionar y trataron de embarrar su vida a toda costa, como así también su gesta heroica, para que no quedara memoria de él y si la hubiere desprestigiar su figura con todos los medios posibles.
Tan solo porque este gran Patriota y padre de la Patria, estaba convencido de sus ideales libertarios no solo de sacar de estas tierras a los realistas sino fundar un país igualitario en donde las clases menos pudientes y relegadas tuvieran por fin un papel destacado en el ámbito social. Proporcionales derechos que jamás habían tenido y cambiando de esta forma el paradigma de su época. Claro que los ricos hacendados estarían en contra de esto y algunos oficiales de la milicia seguirían esa línea porque se veían perjudicados sus propósitos puramente partidistas y personales.
A tan solo unos días de la muerte del Héroe Salteño, muchas fueron las algarabías por su defunción , en todos esos círculos que festejaban su desaparición, ya desde el diario porteño la Gaceta que decía “.. Murió Güemes ya tenemos un cacique menos…”, (La Gaceta de Bs As 19/07/1821) hasta las tertulias en Tucumán y en la propia ciudad en donde “… vivandose en las calle la libertad de Salta de su tirano aborrecible…” Don Martín Güemes, quien ya nada podía hacer contra esos epítetos. Y el júbilo por tal deceso fue tan inmenso que se mandó tocar las campanas de las iglesias tucumanas con gran goce “…a manera de triunfo glorioso e inesperado…” (Historia de Güemes Tomo 5 B. Frías) y el entusiasmo desabordado fue mayor entre las filas de los realistas quienes por fin veían desaparecer ese muro infranqueable que les había negado su paso por las provincia norteñas por tantos años.
Así despotricaron muchos contra el prócer que había entregado su propia vida en defensa de la Patria, y uno de ellos magnificaría tal acontecimiento con falacias que serian remitidas a otro eminente patriota de América el chileno Bernardo O'Higgins, enviándole un Oficio con mentiras sobre Güemes y de cierta manera festejando su muerte. Este personaje no fue otro que Bernabé Araoz el autoproclamando Presidente de la República del Tucumán a quien Güemes trato de sofrenar en 1821 el arrebatamiento anexarío de las provincia norteñas a su efímera instauración de una Nación diferente a la Argentina y a la noble idea de Emancipación que ya se había instaurado con la firma de la Independencia Nacional en 1816.
Aráoz escribiría en estos termino al chileno: “…Después de haber corrido como muy probable que el coronel mayor don Martín Güemes en su despecho a vista de la generalidad con que la provincia de Salta decretó su expulsión del gobierno de ella, se había pasado al enemigo posesionado de la ciudad de Salta desde el día 7 del presente; posteriores e indubitables noticias habidas por diferentes conductos fidedignos, y aun testigos presenciales aseguran la muerte del expresado Güemes acaecida el día 17 de éste en un monte inmediato a la capilla del Chamical. Las noticias de su pasada al enemigo tuvo su fundamento en haber armado a los prisioneros del mismo enemigo; haberse separado de su campamento, y dirigiéndose a la ciudad de Salta”… “El desgraciado ya no existe, y sus últimos días han sido funestos más para la patria que para él mismo, pues su empello de arruinar a Tucumán y sostenerse en su gobierno contra la voluntad del pueblo ha posesionado al enemigo de la ciudad de Salta…” Bernabé Aráoz. Tucumán 26 de Junio de 1821.
Como observamos este enemigo acérrimo de Güemes comunica como válido en su oficio la traición que supuestamente habido cometido el salteño, pasándose a las filas enemigas, y no quedándose tranquilo con esta elucubración maligna eleva ese documento al mismísimo Director de Chile, Don Bernardo O'Higgins, quien ante tal comunicación escribe al Gral. San Martín, el 19 de Julio de 1821: "…No puede ser cierto el armisticio de Güemes con Olañeta... yo no puedo persuadirme se haya pasado al enemigo, como indica el gobernador de Tucumán…". (Epistolario de O'Higgins, Tomo 1, pág. 266)
Como podemos ver las insidias engañosas y falaces de los enemigos del Prócer salteño fueron muchas y en diversas circunstancian y no solo se quedaron allí en el tiempo sino que las mismas irían in crescendo luego de su muerte, queriendo de alguna forma tapar la Gloria que supo conseguir al participar en la defensa del País y legarnos la Libertad tan ansiada por siglos de coloniaje .
Y así desde esa época hasta el presente podemos ver que cada cierto tiempo aparecen los detractores los cuales no se dan por vencidos, y tratan de cualquier forma nublar la memoria del Gral. Güemes, realizando y exponiendo agravios de todo tamaño y fuste, sin sentir la mas mínima vergüenza para realizar tales actos en desmedro de este Padre de la Patria, ya desde décadas pasadas en donde solo se enseñaba en las escuelas que Güemes era solo un caudillo provincial sin más logro que haber sostenido a los realistas en el norte y que sus milicias gauchas solo fueron montoneras que ayudaron y nada más, teniendo la figura del prócer acotados renglones en esos libros de estudio. O de la misma forma cuando se decidió levantarle un monumento en Salta capital y para ello se le preparo una plaza en frente de lo que en ese entonces era la casa de Gobierno (hoy Legislatura) y hasta se le puso el nombre y todo a ese espacio verde que esperaba dicha estatua para honrar la memoria de “Padre de los Pobres” como se le llamaba en vida, nada de eso sucedió, si se realizó un monumento pero se llevó al lugar más lejano en ese entonces y allí se lo colocó a las afueras de la ciudad, al pasar el tiempo ese sitio cobro renombre y ahora es conocida por ser una zona residencial pero antes solo era un asentamiento y allí estaba la figura señera oteando el horizonte; la plaza quedo con el nombre de Güemes pero en su lugar ahora se levanta el conquistador colonial y fundador de Salta, Hernando de Lerma. Luego ya contemporáneamente se empezó un sistema de desprestigio que solo tiene parangón con esos agravios del pasado, como por ejemplo cuando la figura del General Güemes sirvió como blanco para las nuevas incursiones de género que están tan boga en la actualidad y en la cuales se lo represento montado sobre un unicornio y revestidos de flores acompañado de un arcoíris de colores en el marco de una exposición de arte en una institución pública, dando por tierra toda la consabida respetuosidad que el pueblo salteño tiene con su máxima figura histórica nacional.
Después pudimos ver no con indiferencia, como cierta publicación de una revista nacional (Barcelona) en la que se trató de menoscabar el recuerdo de Don Martín Miguel, divulgando nuevamente mentiras sobre su vida. Y todo esto no quedo allí sino fueron por mas tratando de mesclar la historia reciente del país con el pasado de gloria de este héroe, vandalizando uno de sus monumentos, el que recuerda el sitio donde fue herido por los enemigos en aquel invierno de 1821, realizando pintadas en ese lugar y despreciando cualquier sentimiento patrio de los lugares históricos y patrimonicos de nuestra ciudad. Y como olvidar el vergonzoso escrito que aparece en una Guía Nacional de Turismo de la firma YPF en donde los calificativos de odio contra el salteño héroe son irreproducibles, llenos de una ignorancia que roza la malevolencia.
También fuimos testigos de como esos mismo enemigos que tuvo en vida hoy en día son reivindicados por diversas asociaciones e institución en las provincias vecinas y ahora ya en nuestra Salta, sin ningún tipo de reparo y anunciado con bombos y palillos, la inauguración de monumentos y estatuas a estos personajes clarososcuros de nuestra historia norteña, que si bien pudieron en algún momento ayudar al forjar la Patria luego por interese personales y hasta hay veces espurio, cambiaron el rumbo y eligieron estar del lado opuesto. Por ejemplo enconados con quien había sido su jefe, su gobernador, su protector y amigo. Y aunque esto no deja de sorprendernos tenemos estas dicotomías en nuestro pasado no tan lejano en donde las reivindicaciones erróneas sucedieron en la propia capital salteña, (para muestra solo hace falta un botón), miremos los nombre de ciertas calles de la ubre y nos daremos cuenta de quienes están homenajeados: Vicente Panana (gaucho que quiso matar a Güemes cuando este era gobernador); Tomas Archondo (acaudalado que facilito dinero para ver caer al salteño y hasta su hijo estuvo en la noche fatídica del 7 de junio sino cabecilla del pelotón que disparó e hirió al Prócer); Mariano Benitez (quien pagado con $ 5000 entrego a Güemes a los realistas haciéndolos entrar por Yacones y la finca Castellanos); Bartolomé Mitre (historiador que sesgo el relato de la vida y obra de Güemes), Facundo de Zuviria (jefe y cabecilla del partido opositor al héroe gaucho y quien además parlamento con los realistas luego del fallecimiento de Don Martín Miguel) Gral. José María Paz (fue quien en sus Memorias denostó al Gral. Güemes, tildándolo de cobarde que no entraba en batalla entro otros epítetos, como que era gangoso y un simple caudillo vanidoso, extrañas calificaciones de una persona que nunca conoció en persona a Martin Miguel.); Antonino Fernández Cornejo (quien fue miembro del grupo aristocrático que se levantó contra Güemes, llegando a obtener la gobernación luego de la muerte del héroe gaucho, y firmando un armisticio con el realista Olañeta, a lo que el Gral. San Martin diría “El indigno armisticio de Salta “) y varios otros nombres más que aparecen en calles, monumento, escuelas e instituciones.
Al reconocer todas estas cosas, podemos visualizar mucho mejor como esta y estuvo conformada nuestra historia, es bueno que se conozca todos los detalles de la misma para no volver a caer en errores que antiguamente costaron mucho subsanar y que muchos de ellos quedaron como prefigura antagónicas en nuestra realizad cotidiana. Dar a conocer estos pormenores del pasado debe impulsarnos a mejorar el presente y construir ese futuro que soñaron nuestros próceres que como vimos también estaban signados por un entorno difícil lleno de intrigas, traiciones y divisiones, pero todo eso y mas no los pudo hacer declinar en sus ideales y siguieron la noble lucha para legarnos un País Libre, Independiente y Soberano, a costa de su propia vida si así la Patria lo necesitaba.
En imagen Aráoz y Güemes sobe una carta redactada por el primero.