¿SANGRE HANNOVER EN EL RÍO DE LA PLATA?

(Título nuestro, de la crónica publicada por el genealogista Ricardo Goldaracena en el diario El País de Montevideo, edición del 23.05.1971)

Una carta de Doña Josefa Hines de Ocampo a su nieto Juan Cruz Ocampo, publicada en la década del 60 del siglo pasado por el historiador argentino Raúl A. Molina, reveló la existencia de una asombrosa leyenda. En ella escribía Doña Josefa, que su padre Miguel Hines “era hijo natural y único del rey Jorge IV, y vino a América porque rechazaba los propósitos reales para continuar una sucesión directa que no tenía”. Ya anteriormente el Dr. Pastor Obligado había recogido en “El Príncipe Alcalde”, la versión de que Miguel Hines era príncipe bastardo de Gran Bretaña, de modo que la carta de la Sra. de Ocampo confirmó la información que por otro conducto había conocido Obligado. De acuerdo a esta tradición, Hines habría sido primo hermano de la reina Victoria, y a través de él varias familias porteñas y montevideanas -los Ocampo, Guido y Larravide- llevarían la sangre de Jorge IV de Gran Bretaña que reinó de 1820 a 1830, y que era hijo de Jorge III, de la dinastía de Hannover, y de Carlota de Mecklembourg.

Nacido en 1789 y criado por una tal Mary Hines, cuyo apellido tomó, Miguel recibió al cumplir 18 años un documento y un anillo que confirmaban su real origen, pero desdeñando tal reconocimiento y deseando ganarse un sitio por sus propios medios, tiró a las aguas del Támesis el papel y el anillo, en presencia de su amigo John Farlan, y se enroló en la segunda expedición inglesa que llegó a Buenos Aires en 1807. Afincado en este virreinato, fue dependiente de tienda y luego comerciante por propia cuenta, y donde casó con María González. Una Nochebuena, todo el barrio del Alto de Buenos Aires asistió con estupor a un espectáculo inusitado: un abedul de la casa de Hines había sido adornado con candelas encendidas, guirnaldas multicolores, estrellas plateadas, juguetes, caramelos y mazapanes. Era el primer árbol de Navidad de que se tiene memoria en la comarca rioplatense. Radicado en la Banda Oriental, fundó Hines en Colonia el establecimiento “Los Galpones” con ulterior éxito. Resultó electo alcalde en Colonia, y terminó sus días ultimado con una puñalada en el corazón por resultar sospechoso de tener conexiones con los unitarios.

Hijos:

1.- Don Miguel Hines González, que fue músico. 2.- Doña Josefa Hines González, casada con Don Juan Ocampo Martínez, hijo de Don Juan Marcos Ortiz de Ocampo Villafañe, de La Rioja, y de Doña María Mercedes Martínez Arce, natural de San Fernando del Valle de Catamarca. Este matrimonio dejó sucesión en las líneas Ocampo Hines, Argerich Ocampo, Gallo Argerich, Marcó del Pont Gallo Argerich, Ramírez Gallo Argerich, Arzeno Gallo Argerich, Ocampo Lima, Atucha Ocampo, Atucha Chiesa, Urquiza Anchorena Atucha, Arrillaga Urquiza Anchorena, Urquiza Anchorena Rueda, Schenone Urquiza Anchorena, Urquiza Anchorena Blaquier, Urquiza Anchorena Quesada, Urquiza Anchorena Arambarri, Gainza Paz Urquiza Anchorena, Ocampo Ford, Ezcurra Ocampo, Ezcurra Fernández Guerrico, Burnett Ocampo, Rawson Guiñazú Ocampo. 3.- Doña Sofía Hines González, mujer del poeta Don Carlos Guido y Sano, hijo de Don Tomás Francisco Gil Buenaventura del Rosario Guido Aoiz, nac. en Buenos Aires el 01.09.1788, donde murió el 14.09.1866, que ofició de secretario del Gral. José de San Martín, y de Doña María del Pilar Spano Ceballos, de Concepción, Chile. Pareja que dejó vasta descendencia en las ramas Guido Spano Hines, Castellanos Guido Spano, Guido Spano Nogueira, Díaz de Bedoya Guido Spano, Guido Spano Villarino, Guido Spano Rojas, Gutiérrez Guido Spano. 4.- Doña Máxima Hines González, que celebró su casamiento en la Capilla de la Mauricia durante el Sitio de Montevideo, con Don Raimundo Larravide González de Noriega, sin hijos. Y 5.- Doña María Hines González, mujer de su concuñado Don Norberto Larravide González de Noriega, de quienes surgió la principal rama de los Larravide y sus derivados Cibils Larravide, Lezica Larravide, Larravide Linares, Salvañach Larravide, Camusso Larravide, Larravide Camusso, Larravide Santos Mascaró, Larravide Zas, Gómez Larravide, Larravide Larravide, Masini Larravide, Rentería Larravide, Sosa Dias Larravide y Larravide Botto.

Don Norberto Larravide fue amigo del Gral. Oribe, a quien le pidió la reparación de la injusticia cometida con el asesinato de su suegro. Oribe envió entonces a Colonia al Cnel. Mariano Montoro con orden de fusilar al criminal. Allí se produjo un conmovedor hecho narrado por el historiador oriental Luis Bonavita, cuando la viuda de Hines, mujer de temple excepcional, suplicó a Montoro el perdón para con el asesino, súplica que por supuesto no fue oída, cumpliéndose puntualmente la orden del Jefe del Cerrito.

GDM