top of page

SOBRE LEALTADES Y TRAICIONES


Manuel Omar Armas*

Sabían que muchos héroes en su momento fueron tildados de traidores por quienes no estaban de acuerdo con ellos?

La palabra lealtad se deriva de leal, que significa "que guarda a alguien o algo la debida fidelidad”. Dicho de una acción: “propia de una persona fiel”, hay quienes son leales a sus vicios, otros a sus principios, familia, amigos y a lo que acepta y cree como verdad. En cualquiera de estos casos el calificativo leal no implica en sí algo positivo o negativo.

¿La primera lealtad que un hombre debería tener es con los otros o consigo mismo?

Traición: “falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”, o sea que para traicionar hay que haber sido primero leal, no se puede traicionar a alguien o algo sin antes haberle sido fiel, la pregunta entonces, antes de acusar de traidor es: ¿existió alguna vez fidelidad a ese o aquello sobre el cual o lo cual se acusan de traidor?, en este caso la lealtad o fidelidad es hacia los hombres, las ideas o los principio

Un verdadero traidor es quien actúa en contra de lo que cree y respeta, si no creemos en algo; ¿cómo serle fiel?, si no tenemos convicciones; ¿cómo podemos defenderlas?

El significado de estas palabras son muy claras, sin embargo, todas son severamente interpretadas y utilizadas de acuerdo a la conveniencia o a la realidad de la persona que las utiliza. Siendo así, podemos decir que "la verdad" también es un concepto que puede muy bien ser interpretado de acuerdo a la experiencia de una persona, y muchas veces se usan según nuestra propia conveniencia.

Entonces cual es la jerarquía o el orden de las convicciones a las que debemos fidelidad. Principios?, Ideas?, Hombres?. Sin duda toda respuesta implica poner en juego un sinnúmero de relaciones complejas que indudablemente son subjetivas (recordemos el caso Snowden y Wikileaks ¿traidor a su gobierno o leal a sus principios?).

A lo largo de la Historia tenemos muchos ejemplos de estas situaciones; veamos algunos de ellos:

-Malinche, para algunos traidora a su raza, para otros, leal a sus sentimientos, ¿alguna vez había sido leal a los aztecas? (http://es.wikipedia.org/wiki/La_Malinche).

-Mateo Pumacahua fue uno de los jefes indígenas que lucho a favor de los realistas contra Tupac Amaru y luego considerado prócer de la independencia del Perú por luchar contra los realistas ¿Fue leal a sus ideas? (http://es.wikipedia.org/wiki/Mateo_Pumacahua).

-José Gabriel Condorcanqui Noguera, Tupac Amaru, quien solicitaba el Marquesado de Oropesa; para unos un héroe para otros un sedicioso. ¿Fue leal a sus convicciones?. (http://es.wikipedia.org/wiki/Túpac_Amaru_II).

-El mismo San Martin es considerado como el “Padre de la Patria y Libertador de América” pero para un sector de la historiografía Hispánica es considerado un traidor. (https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/san-martin-liberador-traidor-francisco-miro-quesada-rada-noticia-445374)

Rivadavia también lo acusa de corrupto y traidor a la patria por haberse robado el Ejército para el plan continental. A raíz de esto San Martin debió exiliarse y murió lejos de su patria. Es el Mismo San Martin que no quiso involucrarse en la guerra civil, pero obsequió su sable a Rosas, quien enfrento a las potencias europeas en La Vuelta de Obligado y fue declarado a su vez traidor a la patria. Cuando se redactó la Constitución de 1853 se incluyó ese delito para acusarlo y Rosas nunca más regreso muriendo en Europa. En 1956, después del golpe del 55, el gobierno de facto declaró traidor a la patria a Juan Perón .(http://institutocirculomss.com.ar/2017/12/10/san-martin-fue-tildado-por-traicion-a-la-patria-por-bernardino-rivadavia-y-julian-alvarez/)

-El mismo Rondeau (Director Supremo Electo) declara a Güemes como Traidor en el conflicto que tuvieron en 1815. (Solís Tolosa- Caro Figueroa 2016)

Frente a estos ejemplos que podemos decir sobre la acusación o la pregunta capciosa sobre si Manuel Eduardo Arias fue un héroe o un traidor? que plantean algunos historiadores de Salta.

Por sobre todas las cosas Arias fue un hombre que amaba profundamente su terruño, apasionado y comprometido con la libertad, se había comprometido en la defensa de su patria. ¿Traidor un hombre que luchó denodadamente por la libertad y que le dio a su patria, entre otros triunfos importantes, nada menos que el de la batalla de Humahuaca?, a todas luces es imposible.

¿Qué significaba en esa época la palabra patria?.

Los Realistas defendían la triada “Dios, Patria y el Rey”, que sintetiza la aspiración de una monarquía católica. Los Patriotas lo plantearon en términos de “Dios, Patria y Libertad” como expresión del sentido de las ideas independentistas. Pero cuál era el sentido de la patria para los protagonistas y actores de las luchas de Independencia. Para los porteños y el gobierno central de Bs. As. la patria era Bs.As. y hasta donde extendía su control comercial, (por ello se ordena a Pueyrredón y a Belgrano retroceder hasta Córdoba en 1812). Para San Martin, Belgrano y Güemes la Patria era la Patria Grande, toda Sudamérica. Para los gauchos que lucharon en la guerra de independencia en nuestro norte la Patria era su terruño, la tierra en que vivían y tenían su familia, y es por ella que lucharon.

Teniendo esto en cuenta. ¿Qué podemos decir del General Manuel Eduardo Arias?.

Algunos lo acusan de traidor a Güemes y en consecuencia traidor a la patria, ¿Fue así?, o ¿Fue leal a sus principios y defendió los deseos de autonomía que desde los inicios de la Revolución de 1810 venia planteando Jujuy?.

Manuel Eduardo Arias fue considerado, incluso por el mismo Güemes, como uno de sus Comandantes más destacados y bravos a la hora del combate. Se le encomienda la defensa del territorio desde Humahuaca hasta Orán y lo designa Jefe de la Vanguardia resistiendo el avance realista (Infante 1966), pero se minimiza su accionar durante la guerra gaucha por oponerse política y militarmente a Güemes.

Arias es acusado de traición, algo que no está probado. En 1819 se lo acusa de conspirar, y no se lo condena a muerte, solamente se lo destierra. A diferencia de otros como Pablo Soria y Benítez, que fueron sentenciados con pena de muerte. En el caso de Soria, Güemes cambia la pena de muerte por destierro al Chaco, previo pago de una abultada suma de dinero (Soria era un hacendado de recursos). Benítez, un integrante de las tropas, curiosamente se escapa de la misma partida que debía cumplir las órdenes de Güemes de fusilarlo. Sería que los mismos encargados de cumplir la pena no estaban muy convencidos o seguros de hacerlo?.

Arias amaba a su tierra y seguramente su decisión de unirse a Araoz pudo deberse a que se sintió engañado o defraudado por que no se consideraban los anhelos de libertad y autonomía de Jujuy, expresados en múltiples ocasiones por el Cabildo, y seguro que también por el proceder hacia su persona. Arias era reconocido como un líder y un personaje distinguido no solo en Jujuy. En 1818 fue sido designado Subcomandante de la Puna, (cargo político y militar) y en noviembre de 1821 es nuevamente puesto a cargo de la de la Comandancia en la Puna; si como se dice Arias habría estado en tratativas con los realistas. ¿Se le habría confiado la defensa de la frontera?. Si hubiera estado en tratativas con Olañeta no habría entregado a este los territorios bajo su mando apenas pudiera. Indudablemente la respuesta a estos interrogante es obvia. Arias se mantuvo siempre leal a su patria y sus autoridades.

El 29 de mayo de 1822 escribía al Cabildo de Jujuy:

“La impostura, la perfidia y la negra envidia, han sido siempre, las causas que han perseguido al hombre honrado. Mis servicios y los sacrificios que tengo hechos por la causa de la libertad, son demasiado notorios y constantes a V.S., pero ni estos, ni su notoriedad, hasta el presente, me han librado de los tiros que sin intermisión me han dirigido la perfidia, la intriga y la malicia. El señor actual Gobernador actual de la provincia, me ha supuesto en prosecución del odio que me profesa, de que estoy vendido a los liberticidas. Mi sangre ha sido vertida, por varias ocasiones contra esos tiranos, de cuyas resultas ha tenido la Patria un día de gloria. Seria yo un criminal si no me vindicase de tan horrorosa calumnia y acaso habría perdido el mérito que me han granjeado mis servicios para con V.S., y para con todos los americanos; pero siéndome de necesidad el pasar a esa ciudad para verificarlo, y recelándome justamente, delas tropelías del actual Gobernador, no lo podré hacer sin la garantía de V.S., pues es justo recele de un gobierno que no ha perdonado los medios de la intriga y de la fuerza para apoderarse de mi persona” (papeles del archivo de la provincia de Jujuy) (Infante, 1966)

A lo que el Cabildo le contesto “asegurándole de la garantía en la parte que le corresponde a este Cuerpo, para que bajo de ella, obre cuanto le dicte SU INCORRUPTIBLE PATRIOTISMO” (Archivo Capitular de la Provincia de Jujuy)

Hago mención también a un acontecimiento, en el cual Arias y Olañeta se enfrentaron en un combate; Olañeta propone a Arias pasarse con su tropa a cambio de beneficios a lo que Arias respondió con un disparo y cuando informo del hecho dijo” nadie se pasa a pesar de hallarse muchos de mis soldados en cueros vivos” (Mitre, 1857).

También es necesario destacar que en 1823 la Sala de representantes de Salta lo llama “gloria y honor de la Provincia” (Infante ,1966)

Se habla de la veracidad de los dichos de quienes actuaron en la Guerra de Independencia como García Camba (realista) quien en sus memorias; como es lógico; da su versión de la lucha de las armas españolas en el norte. Si este fuera el caso y con igual criterio el Gral. Paz, que también fue participe de las luchas por la independencia, .en sus memorias no habla precisamente bien de Güemes.

Se habla de lo que escribieron celebres historiadores como Frías y Cornejo, pero no se toma en cuenta lo que dicen otros historiadores como Joaquín Carrillo, Félix Infante y Emilio Bidondo sobe el tema.

Arias al Igual que Güemes pago con su vida el defender sus ideales. Ambos tuvieron deferentes opiniones, lo cual entre dos hombres llenos de pasiones como como ellos significo un enfrentamiento y tal vez si no se hubiera truncado la vida de ambos (Güemes el 17 de Junio de 1821 y Arias el 16 de junio de 1822) seguramente podrían haber superado esta desavenencia o conflicto .

¿Por qué considerar a Manuel Eduardo Arias un Héroe?

Nació en el pueblo de Humahuaca en 1785. Su padre, don Francisco Arias Rengel, era nieto de guerreros y conquistador del Gran Chaco. Su madre, una mujer de pueblo, apodada “la Coya”. De chico se crio entre Humahuaca y Oran, y al igual que Güemes, supo ganarse la confianza y el aprecio de su gente.

Incorporado a las fuerzas revolucionarias, su inteligencia, arrojo y capacidad militar lo llevaría al lugar de privilegio en las filas del ejército, demostrando gran habilidad y capacidad de mando en la guerra de recursos.

En a segunda etapa de la Guerra de la Independencia (1815-1820) se destaca el Plan Continental de José de San Martin, plan que culmina victoriosamente en 1822 y se proyecta en la derrota realista en Ayacucho en 1824.

Al mismo tiempo en el norte argentino, y sobre todo en Jujuy, se sufrían los embates realistas provenientes del Alto Perú, los que eran constantes, siendo neutralizados por fuerzas irregulares (las milicias salto-jujeñas) al mando de Martin Miguel de Güemes. Precisamente él fue la figura en quien San Martin confiaba como una pieza clave en su plan y fue don Manuel Eduardo Arias, quien al frente de los gauchos jujeños, lucho denodadamente por defender la libertad y asegurar la concreción de ese plan.

En cartas con instrucciones al Ejército, San Martín destacaba la importancia de las guerrillas de Güemes, diciendo que “ la guerra de recursos es la más afligente y de la que se saca mayor partido, especialmente por tropas nuevas y sin una perfecta disciplina, procurará no empeñar jamás una acción general con todas las fuerzas de su mando y sólo acciones parciales, de las que sin dudas sacará ventajas, que aunque pequeñas, su multiplicación hará decrecer al contrario, ganará opinión y partido y al fin tendrá un resultado igual al de una batalla ganada” . Por ello San Martín llamó dio a Güemes el “comando general de todas las avanzadas”, en abril de 1814.

En cumplimiento de este plan el Teniente Coronel Manuel Eduardo Arias, jefe del sector de Humahuaca, fue designado por Güemes para mandar a los efectivos que se incorporaban en las milicias de esa jurisdicción. En 1816 fue jefe de la Vanguardia y sus tropas eran fundamentalmente jujeñas, siendo la lanza de choque de Güemes, por ello algunos lo llamaron la primera espada gaucha en la defensa del norte. En 1817, cuando el más poderoso ejército español invade el norte, trayendo a su frente nada menos que al general José de La Serna e Hinojosa, al frente de los soldados veteranos que lucharon contra Napoleón en España y contra Bolívar en Colombia, derrotándolos. Arias obtiene, el primero de marzo en Humahuaca, el laurel más grande de su cadena de triunfos, Huacalera, Tilcara, Maimara, Hornillos; son algunos de los combates en los que al frente de sus gauchos se cubre de gloria.

La Batalla de Humahuaca fue trascendental para marcar un antes y un después en el teatro de operaciones del norte durante la “Gran Invasión, siendo uno de los grandes hitos en la lucha por la independencia, tal cual como lo reconocieron Güemes y Belgrano al solicitar medallas de premiación para Arias y sus comandantes.

Las fuerzas realistas estaban compuestas por veteranos: el Regimiento de Gerona; el de Extremadura; los Húsares de Fernando VII; Los Dragones de la Unión; 130 artilleros y el Batallón General, que formaban lo que hoy llamaríamos una elite de veteranos de las guerras napoleónicas de más de 7000 hombres.

El pueblo de Humahuaca había sido fortificado para asegurar el abastecimiento de la campaña, guardando en el todos los pertrechos para la invasión y asegurar las comunicaciones con el Alto Perú. La capilla de Santa Bárbara, la casa del cura, las calles del pueblo en donde se establecieron trincheras y parapetos estaban protegidos. Arias, el 1 de marzo de 1817, adelantó un primer grupo de su gente (140 hombres armados algunos con fusiles y sables, mientras que la mayoría tenía machetes, lanzas y palos). El primer grupo a órdenes del capitán Hilario Rodríguez, se le dio la misión de tomar las piezas de artillería; el segundo grupo, al mando del teniente Manuel Portal debía asaltar al cuartel que comunicaba con la iglesia y el campanario; el tercer grupo, a las órdenes del propio Arias, avanzó en un segundo escalón en condiciones de apoyar a cualquiera de las columnas, ejecutando el ataque con precisión absoluta.

La victoria alcanzada adquirió proyección nacional, y algunos dicen hasta americana, ya que permitió poner en jaque a los realistas y marca el principio del fin de la Gran Invasión del 17, dando tranquilidad a San Martin, quien había obtenido ya el triunfo de Chacabuco en Chile.

En Buenos Aires se informaba el 22 de marzo:

“El entusiasmo de los gauchos de Salta, es superior a todos los elementos que emplea el arte de la guerra para conseguir victorias. Sería de desear que 300 veteranos españoles hubieran emprendido una acción tan gloriosa como la que han ejecutado 150 gauchos, en la mayor parte inermes. Y una Nación que cuenta con tales defensores, podrá ser subyugada?” (La Gazeta de Buenos Aires 1817)

En la guerra de recursos Arias, demuestra ser un habilísimo estratega, que sorprende y quita cuanto recurso pretenden conseguir los realistas. Son miles y miles de cabezas de ganado (mulas, ovejas, cabras, vacas, llamas y hasta burros) los que con singular pericia logra arrebatar al enemigo, dejándolo sin lo necesario para llevar adelante sus planes de invasión.

Manuel Eduardo Arias fue ascendido por esta acción al grado de Coronel por el general Manuel Belgrano, Jefe del Ejército del Norte, a pedido del mismo Güemes. El mismo Belgrano solicito la entrega de medallas para quienes obraron con gran audacia y valor, que el mismo diseño, (que son un antecedente de la que se dio a Güemes y sus comandantes por la Defensa de Salta).Arias recibiría una medalla de oro y sus jefes inmediatos medallas de plata, mientras que los soldados recibieron cintas celestes para colocar en su chaqueta con el nombre de Humahuaca en color blanco.

¿Por qué se dice que es un traidor?

Como ya dijimos Arias fue un jujeño leal a su terruño y estará en conflictos con Güemes, junto a Gordaliza, Dávila, Soria, Iriarte, Portal, Sánchez de Bustamante, Mena y otros, , que en Jujuy defienden principios autonómicos y que formarían el parido llamado “Patria Nueva”, lo cual algunos salteños equivocadamente lo interpretan como traición. ¿Traidor un hombre que luchó denodadamente por la libertad de su patria y que le dio, entre otros triunfos importantes, nada menos que el de la Batalla de Humahuaca?

Muchos hacendados, terratenientes y comerciantes de Salta, Tarija, Jujuy y Tucumán, veían en el general Güemes a un caudillo que arremetía contra sus intereses como dueños de fincas que no les permitían trabajarlas por carencia de la mano de obra, ya que los arrenderos y la peonada era seguidora incondicional de Güemes, a quienes se les había prometido la propiedad de las tierras que trabajaban, no interesaba quién fuera el dueño real de las mismas (Mata, 2004)-(Paz ,2008). Estos propietarios se sintieron tremendamente afectados. Además, sentían que se les exigía “contribuciones forzosas” en dinero y provisiones constantemente, las cuales muy pocas veces o casi nunca se les paga, lo que provoco el surgimiento de una oposición al gobierno de Güemes en medio de una guerra que no acababa. En el caso de Jujuy sentían que no se reparaba en medios para perjudicarlos y hasta sumirlos en la ruina sobre todo en virtud de la dependencia política de Salta y el no reconocimiento de su autonomía.

Contra Güemes se tramaron varias conspiraciones desde 1816 hasta 1821, en una de ellas se acusa a Arias de no advertir de la misma, cuando tenía conocimiento de ella ya que estaban implicados algunos de sus hombres. Una comisión que se formó para castigar a los implicados determino su culpabilidad, siendo castigado, por Güemes, con el destierro al Tucumán y el pago de una fuerte suma de dinero.

El gobernador tucumano Bernabé Aráoz, adversario político y personal de Güemes, recibió al coronel Arias con todos los honores del caso y, conociendo sus grandes dotes militares, lo integro a su estado mayor que se prepara para luchar contra Güemes, quien había declarado la guerra a la “Republica del Tucumán”. Precisamente allí se volvió a demostrar la capacidad militar de Arias, que venció a las tropas de Güemes en los encuentros de Trancas, Acequiones y Rincón de Marlopa. Esto nunca le fue perdonado por los integrantes de la “Patria Vieja” el partido liderado por Güemes. Tal vez esto también justifique la acusación de traición.

Vuelto a su tierra jujeña, luego de la muerte de Güemes, es nuevamente designado en la Comandancia de la Puna y por encargo de la Tenencia de Gobierno de Jujuy marcha desde Humahuaca a Orán, con el propósito de reunir fuerzas puneñas y quebradeñas al norte de Purmamarca para la defensa de Jujuy. Cuando marcha a caballo hacia el Zenta se entera de que hay gente “alzada” contra él por cuestiones de arriendos que no quieren pagarle, aleccionados por las promesas de pasar a ser dueños de las tierras que ocupaban y que habían sido hechas por “Patria Vieja”. A Arias le cuesta creerlo, ya que mucha gente de esos lugares habían sido sus amigos y hasta habían combatido bajo su mando en muchísimos encuentros contra los realistas. Llega a San Andrés al anochecer y le advierten que una partida mandada por Mariano Abán, integrante de Patria Vieja, lo está buscando. Se queda a descansar en casa de su amigo Velázquez y allí es atacado por Abán, quien exige su rendición, se resiste, está dispuesto a vender cara su vida. La partida prende fuego al techo del Rancho para obligarlo a salir y cuando lo hace Abán, armado de un pesado garrote lo golpea con todas sus fuerzas en la cabeza, Arias cae hacia atrás, junto en el momento en que la cumbrera se desprende y arde sobre su cuerpo toda la noche. Es el 16 de junio de 1822.

Quienes enseñamos y hacemos investigación Histórica sabemos que sobre todo acontecimiento hay como mínimo dos versiones o interpretaciones del mismo. Que las mismas son subjetivas, que la verdad no es absoluta y que muchas interpretaciones dependen del posicionamiento, saberes previos y del conocimiento basados y no basado en fuentes. Estas interpretaciones no necesariamente deben ser excluyentes, sino que a veces se complementan.

Por lo expuesto estamos convencidos que si queremos revalorizar nuestra historia. Si pretendemos que sea conocida, sacándola del olvido al que fue sometida por la imposición del centralismo político, social y económico que existe en nuestro país, debemos dejar de lado las discusiones estériles. Toda nuestra región y subrayo nuestra región (Tarija, Jujuy, Salta y Tucumán) se sacrificó por nuestra independencia. Sus hombres no estaban exentos de pasiones y con sus aciertos y errores, defendieron sus convicciones. Fueron muchos los héroes de nuestro norte que hicieron iguales sacrificios en post de la libertad, pero luego de 10 años de luchas incesantes se generaron conflictos y desuniones que hoy hacen que la verdadera historia de nuestra emancipación, no sea reconocida a nivel nacional y enseñada a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Ese es nuestro desafío destacar y recuperar nuestra historia local, sin diferencias y defendiendo esta nuestra región, en el contexto mayor de la patria grande.

Medalla Otorgada a Manuel Eduardo Arias

BIBLIOGRAFÌA Y FUENTES

Bazán, Armando:” Historia del Noroeste Argentino”; Plus Ultra; Buenos Aires; 1986aleari, Antonio, Jujuy, Diccionario General, Gobierno De La Provincia De Jujuy, Jujuy, 1993, 12 Tomos.

Bidondo, Emilio (1983): Los tenientes de gobernador de Jujuy en el período independiente, Buenos Aires, Culturas Argentinas.

Bidondo, Emilio: “La Guerra de la Independencia en el Norte Argentino”, Buenos Aires, Eudeba, 1976.

Carrillo, Joaquín: “Jujuy, Provincia Federal Argentina. Apuntes de su Historia Civil” (Con muchos documentos), Buenos Aires, 1877 (2da Edición, Jujuy, 1980, 3ra Edición Unju, 1989).

Ciro F. S. Cardoso. “INTRODUCCION. AL TRABAJO DE LA. INVESTIGACIÓN. HISTÓRICA”. Conocimiento, método e historia. CRÍTICA. BARCELONA 1985

Cornejo, Atilio:” Historia de Güemes” Espasa - Calpe, S. A. 1946

Fernández Distel, A. - Valdez, F. (Comp): Manuel Eduardo Arias Guerrero de la Independencia” Ed. UNJu, Jujuy 2012

Frías, Bernardo: Historia del general Martín Miguel de Güemes y de la provincia de Salta o sea de la Independencia Argentina. De palma, Buenos Aires. 1971.

García Camba, Andrés: “Memorias del General García Camba. Para La Historia de las Armas Españolas en el Perú. 1809-1821 Ed. América .1916

Güemes, Luis: Güemes documentado. Plus Ultra, Buenos Aires. 1979.

Infante, Félix: “MANUEL EDUARDO ARIAS. Su vida, su drama”. Segunda Edición San Salvador de Jujuy, Argentina. 1966.

Jerzy Topolski: “ Metodología de la historia”, Madrid, Editorial Cátedra, 3ra Ed., 1973 (Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia).

La Gazeta de Buenos Aires,1817

Marchionni, Marcelo Daniel: “Entre la guerra y la política, Las elites y los cabildos salto-jujeños en tiempos de Güemes”. En Mata, S. y Bragoni, B. (Coords.),Entre la Colonia y la República: Insurgencias, rebeliones y cultura política en Américadel Sur, Buenos Aires, Prometeo .2008

Mata de López, S. “Conflicto social, militarización y poder en Salta durante el Gobierno de Martín Miguel de Güemes”. En Herrero, F. (Comp.) Revolución política e ideas en el Río de la Plata durante la década de 1810 (2004). (pp.125-148) Buenos Aires: Editoriales Cooperativas.

Mata de López, S. Tierra y poder en Salta. El noroeste argentino en vísperas de la independencia. 2000. Colección Nuestra América, España: Diputación de Sevilla.

Mata de López, S.: “Guerra, militarización y poder. Ejército y milicias en salta y jujuy. 1810-18161”, en Anuario IEHS 24 2009, pp. 279-298.

Mitre, Bartolomé: "Historia de Belgrano y de la independencia argentina”. – Ed. Juventud Argentina Buenos Aires. 1857

Paleari, Antonio (Dir): ”Diccionario General de Jujuy” Ed. Gobierno de la Provincia de Jujuy, 1992

Paz, Gustavo L.: “El orden es el desorden”. Guerra y movilización campesina en la campaña de Jujuy, 1815-1821 en Raúl Fradkin y Jorge Gelman (compiladores), Desafíos al Orden, Política y sociedades rurales durante la Revolución de Independencia, Rosario, Prehistoria, 2008, pp. 83-101.

Paz, José M.: “Memorias póstumas del brigadier general D. José M. Paz”. Ed. Imprenta de la Revista, 1855

Rojas, Ricardo: “Archivo Capitular de Jujuy” Imprenta de Coni Hermanos, Buenos Aires 1913

Sánchez de Bustamante, Teófilo-: “Biografías históricas de Jujuy”, Tucumán; Universidad Nacional de Tucumán; 1957.

*Profesor de Historia y Ed. Cívica (INSPSJ) -Diplomado Universitario en Historia Argentina y Latinoamericana (UNJu) - Integrante de la Comisión de Reparación y Revalorización Histórica de Jujuy- Integrante de la Comisión Histórica “Abanderada de la Patria”- Presidente del Colegio de Profesores de Historia de Jujuy - Integrante del Instituto de Estudios Históricos “Gral. Manuel Eduardo Arias” - Integrante del Instituto Belgraniano de Jujuy - Integrante de la A.C. Sanmartiniana de Jujuy.

Cuadro del Gral Manuel Eduardo Arias

NOTAS: de Manuel Omar Armas

Etiquetas:

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page